Las mascotas no son un regalo
Decir que las mascotas no son un regalo puede sonar un poco extraño para quienes las adoran y disfrutan de su amor incondicional, además de todos los beneficios que nos brinda su compañía. Eso no está en cuestión.
El caso es que no estamos hablando de un sentimiento, sino más bien de una acción, la de tratar una mascota como algo que se puede regalar a un tercero, muchas veces sin su pleno consentimiento.
Esto suele ocurrir especialmente en fechas en que las personas quieren demostrar afecto y consideran que una mascota es un regalo perfecto.
La intención puede ser buena, pero las personas no consideran que las mascotas son seres que sienten y que entregar una a alguien que no está comprometido con su cuidado es muchas veces la causa de tristes abandonos.
Una vida, un compromiso
En los últimos años se ha avanzado bastante en la concientización sobre el debido cuidado de las mascotas y el buen trato animal. Sin embargo, aunque cueste creerlo, todavía se producen hechos lamentables como el abandono de perros y gatos, ya que su cuidado implica un verdadero compromiso que involucra una serie de aspectos.
Proporcionarles un hogar cómodo, estar al día con los controles de salud, darle el alimento adecuado para satisfacer sus necesidades y preocuparse incluso de su bienestar emocional, son tareas que necesitan de atención y que no pueden abandonarse de un día para otro.
Una mascota no existe solo para acompañarnos y hacernos sentir bien, si no que es un ser vivo que tiene sus propias necesidades, las que no puede satisfacer por sí sola. Para hacerlo, necesita de nuestra atención y negársela es un primer paso para el abandono.
Una mascota es más que un momento
Ahora que se acerca el fin de año, no es difícil sentirse entusiasmado con la idea de comenzar un nuevo ciclo y asumir el desafío de tener un gato o un perro como mascota, pero hay que actuar con responsabilidad y preocuparse de cosas básicas que muchas veces no pensamos por la emoción del momento.
Al regalar una mascota debemos estar seguros que la persona que la reciba sea capaz de procurar las condiciones mínimas para su adecuado desarrollo. Los momentos de felicidad pasan rápidamente y si no estamos seguros de que el regalo será una buena experiencia para el dueño y la mascota es mejor esperar que alguien con verdadera motivación quiera hacerse cargo.
La buena intención no es suficiente
Criar una mascota no es solo una declaración de intenciones. El cuidado de estas requiere muchas veces de recursos de tiempo y económicos para solventar los gastos en medicinas y alimentación.
Una buena alimentación es vital para mantener nuestras mascotas sanas y felices, las alternativas son múltiples y están desarrolladas de acuerdo a las distintas necesidades de cada una.
Si optaste por cuidar un perro, en las tiendas de mascotas puedes encontrar alimentos adecuados para las necesidades de cada raza en particular.
Para estos amigos caninos, los más recomendables son los alimentos que incluyen ingredientes 100% naturales para perros, con fórmulas pensadas para lograr un óptimo desarrollo y crecimiento. Los alimentos holísticos para perros, es una gama de alimentos hipoalergénicos libres de grano y gluten.
Si la opción en cambio es un felino, puedes encontrar alimentos húmedos para gatos de gran sabor o alimentos secos para gatos, y todos contienen una gran variedad de nutrientes muy beneficiosos para su salud.
Amor para siempre
La compañía de una mascota es para siempre, lo saben bien quienes han decidido compartir su vida con alguna, pero como todo amor, debe ser libre y correspondido.
Regalar una mascota a alguien que no siente una real necesidad de tener esa compañía es crearle un problema al futuro dueño y por supuesto a un ser vivo que necesita de todo el afecto que se le pueda entregar.
Las mascotas no son juguetes, tampoco objetos de colección. Comprar mascotas para regalar solo ayuda a que personas inescrupulosas aceleren procesos vitales de perros, gatos y otros animalitos que verán afectada su salud y sus emociones.