¿Cómo mejorar la convivencia entre perros y gatos?
¿Tienes perritos y gatitos en tu casa? en nuestro blog de hoy podrás ver algunos consejos para que nuestros peludos tengan la mejor convivencia.
Hoy vamos a hablar de algo que para mí es un sueño, una meta desde que era chico. Resulta que muchos dibujos animados de mi tiempo mostraban que la convivencia entre perros y gatos era prácticamente imposible. Una competencia a muerte (sin haber muerte, claro) en la que la obsesión de uno por ganarle al otro era el eje central de cada episodio. Me hizo desear que esa fantasiosa rivalidad animada tuviera un desmentido en la vida real. La verdad siempre quise tener un perro y, también, un gato. Nunca me lo permitieron. Pero quizá tú tengas más suerte. Por eso hoy te damos algunas claves para una buena convivencia entre perros y gatos.
La verdad es que con estos últimos existía una serie de temores infundados. Pero hoy los gatos son más comunes en los hogares y gracias a ello, la gente los ha podido conocer más. En consecuencia, los michis ahora son tan mascotas como los lomitos. Y más aún, muchas familias optan por tenerlos a ambos dentro de casas y también departamentos. Quizá sea la movida más inteligente en cuanto a protección se trata. Eso si hacemos caso a lo que alguna vez leí por ahí. Aunque poco comprobable, decía más o menos así: para protegerse contra lo natural, el perro; para protegerse contra lo sobrenatural, el gato.
Hay que intentarlo
Así las cosas, teniendo a los dos animales más queridos por la humanidad, veamos cómo hacer para que no se lleven como el perro y el gato. Y es que los dibujos animados algo de verdad tienen. Es decir, no podemos negar que gatos y perros tienen una larga rivalidad. Tener a ambos dentro de un hogar puede ser similar a tener a Tere Marinovic y Daniel Jadue, pero con más colmillos y garras. Pero si nos aplicamos podría ser como tener a Marcelo Salas e Iván Zamorano; es decir, dos caracteres diferentes, pero acoplados y hasta encariñados. Para lograrlo, lo mejor es prepararse. Aquí unos consejos.
Comienza con una presentación adecuada
Como con los humanos, las primeras impresiones son todo. Al presentar a tu gato y perro el uno al otro, asegúrate de que se haga en un entorno controlado. Mantén a tu perro con correa y deja que tu gato se acerque a su propio ritmo. Si tu gato se siente amenazado, es probable que sisee y golpee, y eso no es una buena manera de empezar las cosas.
Dale a cada mascota su propio espacio
Los gatos y los perros tienen personalidades diferentes y cada uno necesita su propio espacio para sentirse seguro y cómodo. Asegúrate de que tu gato tenga un área designada donde pueda retirarse si se siente abrumado o estresado. Del mismo modo, tu perro debe tener su propio espacio donde pueda relajarse y tener algo de tiempo a solas.
Mantén sus áreas de alimentación separadas
No es ningún secreto que los gatos y los perros tienen diferentes necesidades dietéticas, así que es importante mantener sus áreas de alimentación separadas. Esto no solo evita que una mascota coma la comida de la otra, sino que también ayuda a reducir la competencia y la agresión potencial.
Muchos juguetes y tiempo de juego
Tanto los gatos como los perros necesitan estimulación mental y física, así que asegúrate de proporcionar muchos juguetes y tiempo de juego para cada mascota. Esto ayuda a quemar el exceso de energía y puede ayudar a reducir la probabilidad de posibles conflictos.
Supervisa sus interacciones
Incluso si tu gato y perro parecen llevarse bien, es importante supervisar sus interacciones. Nunca se sabe cuándo algo podría desencadenar una reacción negativa, así que es mejor prevenir que lamentar.
No los fuerces a ser amigos
Algunos gatos y perros simplemente no se llevarán bien, por mucho que lo intentes. Si este es el caso, es importante respetar sus límites y no forzarlos a ser amigos. En su lugar, concéntrate en mantenerlos separados, asegurándote de que cada mascota sea feliz y esté cómoda. En simple, mantener una convivencia amistosa entre un gato y un perro requiere paciencia, esfuerzo y un poco de suerte. Pero con estos consejos, puedes ayudar a tus mascotas a convivir pacíficamente e incluso a hacerse amigos. Solo recuerda que cada uno debe y necesita tener su espacio. También que es importante supervisar sus interacciones y respetar sus límites. Y si todo eso falla, que al menos se respeten. Algo así como la relación entre Cyclops y Wolverine, pero con más pelos y horas de siesta.
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